El cazador del arco iris, de Ramón Fernández “Palmeral” LETRALIA
Miércoles 4 de mayo de 2016
Arco iris, camino mágico, camino de dioses. Itinerario sagrado por el
que desciende Iris, la mensajera de Hera, diosa del cielo y mujer de
Zeus para hacer llegar a los hombres los mensajes de los dioses.
Al igual que Iris, y utilizando su arco, sendero por el que descendía
la hermosa y joven virgen con alas doradas y vestida con su refulgente
túnica multicolor para desplazarse desde la morada de las divinidades y
del más allá, y atravesando de uno a otro lugar los confines del mundo a
la velocidad del viento, con la sutileza de una diosa, así es como un
vecino de Acebumeya (Málaga) despierta de la muerte y recuerda a través
de varios narradores el tiempo en que sus antepasados habitaron en ese
mágico lugar con la intención de que vuelva a ser recordado y no caiga
en el olvido.
Este vecino, el guardia civil José Ramón Fernández, ha regresado y
despertado del más allá para traer su propio mensaje y transmitirlo a su
hijo Ramoberto, quien cuenta la historia de ese lugar que el padre le
hace traer al presente para que sea recordado.
Acebumeya, localidad transmutada en aldea de ficción por el autor
para evitar implicar a los vecinos reales del lugar que realmente se
describe y en el que se entra dentro de lo profundo de los seres humanos
que allí habitaron de los cuales aún quedan descendientes o testigos de
hechos o de familiares que vivieron en primera persona sucesos que aquí
se narran.
Con el trasfondo de los miembros de la familia de los Simontes, se consigue una distraída saga en la que aparecen extraños personajes con anécdotas sorprendentes.
En algunos momentos de esta obra se ven impregnados los textos de la
sensibilidad poética que Palmeral, de su crisol de artista polifacético,
del que extrae con la dignidad y sinceridad de autor con las que es
conocido y reconocido por el mundo de artistas que lo rodean. Pues con
esta misma sinceridad nos hace llegar en este libro las leyendas
creadas, a caballo entre la realidad y la fantasía popular, por las
gentes de aquellos tiempos, de aquel lugar…, las supersticiones, prisma
ocular con el que se veían y se juzgaban antaño los hechos, y las
historias que sucedían en una realidad espaciotemporal de otras épocas
en las que habitaban espíritus que podían influir en la propia vida de
los habitantes de la zona y que se iban transmitiendo de padres a hijos
hasta crear su propio mundo fantástico-real en el que los habitantes
creían como creían en su propia razón de la existencia.
Con el trasfondo de los miembros de la familia de los
Simontes,
se consigue una distraída saga en la que aparecen extraños personajes
con anécdotas sorprendentes, propias de gentes ingenuas y, en cierto
modo, ignorantes, y donde se van introduciendo diferentes tiempos
históricos en los que se hace referencia a distintos hechos acaecidos en
el lugar o de repercusión en esta región en donde se ubica esta
historia narrativa, como pueden ser la batalla del Peñón de Frigiliana
en 1569, la Guerra del Norte de África, en la que aparece con nombre
propio el héroe de Nador y su desaparición en 1923… la cotidianidad de
los maquis y su influencia en los habitantes con los que éstos tenían
contactos, así como otros acontecimientos históricos que han ido
marcando el pulso de nuestra historia de la España reciente.
Es una obra entre la realidad y la ficción, en la que se crea un
mundo que invita al lector a reconocer unos sucesos históricos que el
mismo lector ha podido vivir o ha conocido por la experiencia de quienes
se los han contado.
El final de este magnífico conglomerado de historias, que como red de
afluentes alimenta al río principal de la narración, se cierra con una
revelación sorprendente y con la marcha del espíritu del guardia civil
que regresa otra vez al más allá, haciendo uso de las radiaciones
multicolor que se generan en el arco iris por medio de la energía que
proporcionaron los dioses para crear ese formidable nexo de unión entre
el cielo y la tierra, eslabón entre su magia y la humanidad, entre la
fantasía y el mundo real.
Ramón Fernández “Palmeral” ha sabido conjugar estos elementos para
crear esta entrañable experiencia narrativa acercándonos a un mundo de
valores como son el respeto y la obediencia a los mayores, la humildad,
el temor de Dios y el amor a la Naturaleza, el valor de la palabra dada,
etc., que impregnaban a los entrañables personajes que van apareciendo a
lo largo de esta saga familiar. Unos valores que primaron en las
conciencias, en las vidas, en las costumbres y usos de las gentes de una
época que hace tiempo empezó a desaparecer tratando de arrastrar al
olvido esos principios que regían la convivencia humana y que hoy en día
se están echando en falta.
Escritor y docente español (Benissa, Alicante, 1957). Escribe en
castellano y valenciano y trabaja como profesor de educación primaria.
Ha publicado los relatos
El seu nom era Pere Bigot,
L’Arbre Màgic (
Editorial Club Universitario, ambos en 2012) y
El misterio de la cueva (Club Universitario, 2014). Textos suyos han sido incluidos en las antologías
Relatos urbanos y
Hablan los poetas, así como en las revistas literarias
Auca y
Amanecer y en el diario
La Verdad. Ganador del segundo premio del Certamen Poético Numen (Alicante, 2013). Sus relatos
El seu nom era Pere Bigot y
El misterio de la cueva han sido representados en teatro.
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