Este libro no es una novela al uso, con principio, nudo y desenlace. Sino que es una obra narrativa con elementos innovaldores, por eso las historias que se cuentan empiezan, se cortan, saltan, vuelven y se repite como una especie de Rayuela, de Julio Cortázar. Por eso el planteamiento que he elegido en 90 apartados puede despistar al lector, pero así es como la he concebido, como una sucesión de recuerdos alternos.
Fernando Rico aconseja empezar a leer El Quijote por la 2º Parte, de igual forma yo aconsejaría leer "El cazador del arco iris", por el capitulo 50, ya que es un libro algo complejo, pero que da muchas satisfacciones su lectura y te informa de la realidad de un tiempo pasado.
Entiendo que toda obra de arte tiene una lectura. Los cambios, las ruptura no gustán, los Picassos por lo general, tampo gustán, pero son obra únicas.
El narrador es un vecino de Acebumeya, una aldea mítica de Málaga, que ha vuelto a la vida de los sentidos y al recuerdo de su biografía es un historiador ocasional que nos aproxima a los moriscos que vivieron en Acebumeya y Frigiliana del S. XVI, repasando la Guerra del Norte de África en el Rif y Melilla, la II República, la dictadura de Franco y la dura posguerra vivida por un Guardia Civil, el maquis, y la democracia de las luces en color. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com
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